El milagro del Noble Corán
El milagro más grandioso con el que fue bendecido el Profeta Muhammad es el milagro del Noble Corán. El Corán es la última revelación de guía para la humanidad, es la fuente fundamental de toda felicidad en esta vida y en la otra
El Corán es milagroso en numerosas maneras. Por lo tanto, el Corán es la última prueba de veracidad del Profeta Muhammad. Lo bello del Corán es que es un milagro permanente para toda la humanidad y para que lo examinen; al contrario de los milagros de los Profetas anteriores, hoy en día no pueden ser vistos por la humanidad. En otras palabras, todos los milagros anteriores fueron para gente particular y lugares específicos. El Corán, está al alcance de la mano, presente para todo aquél que lo quiera examinar.
Una clara indicación de este milagro es la belleza del lenguaje en que fue revelado. El Corán retó a los árabes de su tiempo, y después de su revelación, a que brindaran aunque sea un verso similar en su poderosa elocuencia, grandioso estilo y significado. A pesar de que los árabes más educados y elocuentes poetas eran enemigos del Profeta –que la paz y la misericordia de Dios sean con él–, no se registra que ninguno de ellos haya traído por lo menos un verso equivalente al Corán, pues sabían que eso no podía ser posible. ¿Y cómo podrían ser más elocuentes que las palabras de Dios mismo?
El Corán es también milagroso en cuanto a lo que presenta en su perfecto sistema ético, moral y legislativo para la humanidad. Una evidencia de ello es la historia de la civilización islámica: cuando los musulmanes practicaron las enseñanzas del Corán, los musulmanes gobernaron el mundo política, económica, moral y científicamente, partiendo del hecho de que los primeros musulmanes surgieron de entre los beduinos y gente no estudiada del mundo a su alrededor. Tiempo después, cuando los musulmanes dejaron de practicar las enseñanzas de su religión, se debilitaron y otras naciones pasaron a ser más poderosas que ellos.
Otra muestra del gran milagro del Corán es que provino de un hombre iletrado del desierto. El Profeta Muhammad no asistió a ningún sitio de enseñanza, no asistió a clases con ningún sabio, y aún así vino con una recitación con gran fuerza de elocuencia, sentido profundo y significado en el mensaje, que fue la causa para cambiar al mundo entero. Un lector imparcial que estudie la vida del Profeta iletrado sabrá que el Corán no pudo haber sido obra de él, sino que es la revelación misma procedente del Supremo Creador.
Uno de los aspectos de la naturaleza milagrosa del Corán que ha sido enfatizada en tiempos modernos es el contenido de testimonios explícitos e implícitos y referencias a muchas materias científicas que recientemente se han descubierto. Asombrosamente, menciona numerosas ocurrencias físicas y biológicas, y ningún verso en el Corán contradice el conocimiento procedente de la ciencia comprobada. Un ejemplo prominente de esto es la descripción dada de la evolución del embrión humano dentro de la madre. En un tiempo en que los científicos no sabían nada acerca de esta ciencia, el Corán da detalles y descripciones que apenas se pueden saber por la ciencia moderna.
Dice Dios en una de las Suras del Corán:
Luego lo colocamos como un zigoto en un receptáculo firme. Luego hicimos del zigoto un coágulo suspendido e hicimos de este coágulo [como] un trozo de carne mordido, y del trozo de carne sacamos huesos, que revestimos de carne haciendo de él otra criatura ¡Glorificado sea Dios, el Mejor de los Creadores! (Corán 23:13,14).
Aquí hay una explicación explícita sobre la evolución del embrión humano, desarrollado con palabras precisas, que simplemente fue conocido por la humanidad recientemente. Ésta ha sido la razón por la cual muchos científicos e investigadores, aun con su pasado religioso, regresen al conocimiento científico del Corán.
De hecho, el presidente de Alemania occidental, el Dr. Richard Von Weizsäcker, se dirigió a un grupo de estudiantes universitarios en la bienvenida del nuevo año académico diciéndoles:
«El Corán es el único libro divino que explica la ciencia de la embriología de una manera tal que ni los mismos científicos pueden hacerlo hasta nuestros tiempos » (Periódico Al–Itihâd Al–Imârati del 31 de Agosto de 1989).
En este verso Luego lo colocamos como un zigoto en un receptáculo firme, la palabra “zigoto” en verdad hace referencia a la mezcla de secreciones masculinas y femeninas, de manera que el óvulo de la mujer queda fertilizado al unirse con el esperma del hombre para formar el zigoto. Posteriormente, este zigoto continúa dividiéndose en más células mediante su trayecto en la trompa de Falopio hasta llegar al vientre, el cual es definido en el versículo como un receptáculo firme. Esta etapa dura desde la fertilización del óvulo por el espermatozoide hasta el sexto día.
Luego, el versículo dice: hicimos del zigoto un coágulo suspendido. Cuando el zigoto llega al vientre, éste se adhiere a los capilares de sangre del útero y se “suspende” de ellos. Esta etapa dura desde el sexto día hasta la tercera semana. La palabra en la legua árabe también da una connotación al zigoto en esta etapa como si fuera un coágulo de sangre, algo que sólo la moderna fotografía lo ha mostrado claramente real.
e hicimos de este coágulo [como] un trozo de carne mordido Esta acotación hace referencia a la etapa del embrión que va desde la tercera semana hasta la séptima. Después de que el embrión se adhiere a la pared del útero, se separa en dos tejidos: el ectodermo y el endodermo. Eventualmente, un tercer tejido (el mesodermo) se añade y comienza a engrosarse y crecer velozmente. En este punto, uno ya pude ver el comienzo de una cabeza y cuerpo. La simple descripción dada del embrión en el versículo como un trozo de carne mordido es demasiado exacta como para ser ignorada.
Después, el versículo dice: …y del trozo de carne sacamos huesos Este estado empieza en la séptima semana y dura muy poco tiempo, ya que parte del embrión de apariencia cartilaginosa se transforma en hueso, que a su vez pasa a ser la columna del niño. …y del trozo de carne sacamos huesos, que revestimos de carne describe perfectamente la siguiente etapa, ya que en la octava semana, parte del embrión se transforma en tejido muscular que cubre la columna vertebral y los demás huesos.
Finalmente, …haciendo de él otra criatura describe ya la etapa culminante del crecimiento, que dura desde el tercer mes hasta el parto. En este punto, el embrión humano se asemeja mucho al de un animal, habiendo una diferencia crucial. Posteriormente, vendrá el ángel encargado de soplar el alma y lo hará, dándole al embrión vida humana. En este punto, ya se forma una nueva criatura, un niño más, un nuevo ser humano. Esto es lo que marca la diferencia, el embrión será un ser humano que eventualmente estará listo para asumir responsabilidades como un ser inteligente y realizar aquellas tareas por la cuales fue creado. Por el contrario, el embrión de un animal se quedará como tal, un mero animal, sin llegar al plano de la existencia humana. De esta manera, este embrión se hace “otra criatura” por el hecho de que el Creador ha insuflado en él el regalo de la vida con un alma (y cada alma es diferenta a la otra). Por el contrario, no es que se ha desarrollado por sí misma, como muchos científicos quieren creer.
Después de haber analizado y meditado estos versículos y haberlos apreciado en su magnitud, el lector no dirá sino: ¡Glorificado sea Dios, el Mejor de los Creadores!
En verdad, en esta simple, pero hermosa descripción del desarrollo del embrión humano hay un gran signo de la autenticidad de la religión del Islam, que no es producto de la mente humana, sino, por el contrario, revelación del Creador mismo a Muhammad, el cual la recitó a la humanidad.
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