En el caso de una disputa familiar, el Corán exhorta al esposo a tratar a su esposa con bondad y no pasar por alto sus aspectos positivos [Corán 4:19]. Si el problema se relaciona con la conducta de la esposa, su esposo puede exhortarla y llamarla a la razón. En muchos casos, estas medidas parecen ser suficientes.
En casos donde el problema continúa, el esposo puede expresar su disgusto de otra forma pacífica, durmiendo en una cama separada. Sin embargo, existen casos en los que la esposa persiste deliberadamente en maltratar y expresar desprecio por su esposo, y descuidarse de sus obligaciones maritales.
En lugar del divorcio, el esposo puede recurrir a otra medida que puede salvar el matrimonio, al menos en algunos casos. Tal medida es descrita más exactamente como un suave golpe en el cuerpo, pero nunca en el rostro, haciendo de esta una medida más simbólica que un castigo.
A continuación veremos el texto coránico relacionado con este asunto (el cual se interpreta en español):
{Los hombres están a cargo de las mujeres debido a la preferencia que Al-lah Ha tenido con ellos, y deben mantenerlas con sus bienes. Las mujeres piadosas obedecen a Al-lah y a sus maridos, y cuidan en ausencia de ellos [su honor y sus bienes] encomendándose a Al-lah. A aquellas de quienes temáis que se rebelen, exhortadlas y dejadlas solas en sus lechos [sin cohabitar], o recurrid a otra medida [golpeándolas suavemente] para que recapaciten; si os obedecen no las maltratéis. Al-lah es Sublime, Grande.} [Corán 4:34]
Pero esa medida extrema está limitada por lo siguiente:
1. Esto debe ser visto como una rara excepción a la repetida exhortación del respeto mutuo, la bondad y el buen trato explicado anteriormente.
Basados en el Corán y las narraciones, esta medida debe ser usada en casos de obscenidad por parte de la esposa o extremado rechazo a los requerimientos razonables del esposo sobre sólidos fundamentos. Incluso entonces, otras medidas, tales como la exhortación, deben intentarse primero.
2. Como está definido en la narración, no está permitido golpear a nadie en el rostro, causar ningún daño físico o incluso ser tosco. Lo que la narración califica como un golpe suave, fue interpretado por los primeros juristas como un uso (simbólico) del Miswak (un pequeño cepillo de dientes natural). Ellos además calificaron como permitido el “golpe” que no deja marca alguna sobre el cuerpo.
Es interesante que este concepto delimitador de hace catorce siglos es el criterio utilizado en la ley americana contemporánea para diferenciar lo que es un golpe suave e inofensivo de un golpe de “abuso” en el sentido legal. Esto hace claro que incluso este extremo, este último recurso que puede salvar el matrimonio, no se enmarca en las definiciones de “abuso físico”, “violencia familiar” o “maltrato a la esposa” de la ley del siglo XX en democracias liberales, ¡donde tales abusos son tan comunes que son considerados como preocupaciones nacionales!
3. La permisión de esta expresión simbólica de la seriedad de la continua rebeldía, no implica que sea deseable. En muchas narraciones, el Profeta Muhammad, sallallahu ‘alayhi wa sallam, desalentó esta medida, como en los siguientes dichos:
- “No golpeen a las mujeres, siervos de Al-lah”.
- “Algunas (mujeres) visitaron mi familia quejándose de sus esposos (que las golpeaban). Esos (esposos) no son los mejores de ustedes”.
- “(Es vergonzoso que) uno de ustedes golpee a su esposa como (una persona inescrupulosa) golpea a su esclava y talvez duerma con ella al final del día”. [Riad As-Salihin]
En otra narración, el Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam, dijo:
“¿Cómo puede uno de ustedes golpear a su esposa como golpea al camello y luego puede (acostarse) con ella?” [Bujari]
4. El verdadero seguimiento de la Sunnah es seguir el ejemplo del Profeta Muhammad, sallallahu ‘alayhi wa sallam, quien nunca recurrió a esa medida sin importar las circunstancias.
5. Las enseñanzas islámicas son de naturaleza universal. Ellas responden a las necesidades y circunstancias de las diferentes épocas, culturas y situaciones. Algunas medidas pueden funcionar en algunos casos y culturas, o con ciertas personas, pero pueden no ser efectivas en otras. Por definición, un acto “permitido” no está exigido, animado ni prohibido. De hecho, puede ser mejor explicar el grado de permisión en lugar de dejar el tema irrestricto o incondicional, o ignorándolo por completo. En ausencia de condiciones estrictas, las personas podrían interpretar el asunto a su modo, lo cual puede llevar a los excesos y al verdadero abuso.
Cualquier exceso, crueldad, violencia familiar o abuso cometido por cualquier “musulmán”, nunca puede ser ubicado, honestamente, en ningún texto revelador (del Corán o la Sunnah). Son las mismas personas las que deben ser culpadas por tales excesos y violaciones, ya que eso demuestra su apego fingido a las enseñanzas y mandatos islámicos y su fallo en seguir la verdadera Sunnah del Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam.
En casos donde el problema continúa, el esposo puede expresar su disgusto de otra forma pacífica, durmiendo en una cama separada. Sin embargo, existen casos en los que la esposa persiste deliberadamente en maltratar y expresar desprecio por su esposo, y descuidarse de sus obligaciones maritales.
En lugar del divorcio, el esposo puede recurrir a otra medida que puede salvar el matrimonio, al menos en algunos casos. Tal medida es descrita más exactamente como un suave golpe en el cuerpo, pero nunca en el rostro, haciendo de esta una medida más simbólica que un castigo.
A continuación veremos el texto coránico relacionado con este asunto (el cual se interpreta en español):
{Los hombres están a cargo de las mujeres debido a la preferencia que Al-lah Ha tenido con ellos, y deben mantenerlas con sus bienes. Las mujeres piadosas obedecen a Al-lah y a sus maridos, y cuidan en ausencia de ellos [su honor y sus bienes] encomendándose a Al-lah. A aquellas de quienes temáis que se rebelen, exhortadlas y dejadlas solas en sus lechos [sin cohabitar], o recurrid a otra medida [golpeándolas suavemente] para que recapaciten; si os obedecen no las maltratéis. Al-lah es Sublime, Grande.} [Corán 4:34]
Pero esa medida extrema está limitada por lo siguiente:
1. Esto debe ser visto como una rara excepción a la repetida exhortación del respeto mutuo, la bondad y el buen trato explicado anteriormente.
Basados en el Corán y las narraciones, esta medida debe ser usada en casos de obscenidad por parte de la esposa o extremado rechazo a los requerimientos razonables del esposo sobre sólidos fundamentos. Incluso entonces, otras medidas, tales como la exhortación, deben intentarse primero.
2. Como está definido en la narración, no está permitido golpear a nadie en el rostro, causar ningún daño físico o incluso ser tosco. Lo que la narración califica como un golpe suave, fue interpretado por los primeros juristas como un uso (simbólico) del Miswak (un pequeño cepillo de dientes natural). Ellos además calificaron como permitido el “golpe” que no deja marca alguna sobre el cuerpo.
Es interesante que este concepto delimitador de hace catorce siglos es el criterio utilizado en la ley americana contemporánea para diferenciar lo que es un golpe suave e inofensivo de un golpe de “abuso” en el sentido legal. Esto hace claro que incluso este extremo, este último recurso que puede salvar el matrimonio, no se enmarca en las definiciones de “abuso físico”, “violencia familiar” o “maltrato a la esposa” de la ley del siglo XX en democracias liberales, ¡donde tales abusos son tan comunes que son considerados como preocupaciones nacionales!
3. La permisión de esta expresión simbólica de la seriedad de la continua rebeldía, no implica que sea deseable. En muchas narraciones, el Profeta Muhammad, sallallahu ‘alayhi wa sallam, desalentó esta medida, como en los siguientes dichos:
- “No golpeen a las mujeres, siervos de Al-lah”.
- “Algunas (mujeres) visitaron mi familia quejándose de sus esposos (que las golpeaban). Esos (esposos) no son los mejores de ustedes”.
- “(Es vergonzoso que) uno de ustedes golpee a su esposa como (una persona inescrupulosa) golpea a su esclava y talvez duerma con ella al final del día”. [Riad As-Salihin]
En otra narración, el Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam, dijo:
“¿Cómo puede uno de ustedes golpear a su esposa como golpea al camello y luego puede (acostarse) con ella?” [Bujari]
4. El verdadero seguimiento de la Sunnah es seguir el ejemplo del Profeta Muhammad, sallallahu ‘alayhi wa sallam, quien nunca recurrió a esa medida sin importar las circunstancias.
5. Las enseñanzas islámicas son de naturaleza universal. Ellas responden a las necesidades y circunstancias de las diferentes épocas, culturas y situaciones. Algunas medidas pueden funcionar en algunos casos y culturas, o con ciertas personas, pero pueden no ser efectivas en otras. Por definición, un acto “permitido” no está exigido, animado ni prohibido. De hecho, puede ser mejor explicar el grado de permisión en lugar de dejar el tema irrestricto o incondicional, o ignorándolo por completo. En ausencia de condiciones estrictas, las personas podrían interpretar el asunto a su modo, lo cual puede llevar a los excesos y al verdadero abuso.
Cualquier exceso, crueldad, violencia familiar o abuso cometido por cualquier “musulmán”, nunca puede ser ubicado, honestamente, en ningún texto revelador (del Corán o la Sunnah). Son las mismas personas las que deben ser culpadas por tales excesos y violaciones, ya que eso demuestra su apego fingido a las enseñanzas y mandatos islámicos y su fallo en seguir la verdadera Sunnah del Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam.
De: Islam Web
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